La clonación: ¿necesidad o capricho?

El otro día leí esta noticia, que me hizo reflexionar: Sólo es un clon, no un semental. Al parecer están clonando a un toro de lidia que era buen semental, un tal "Vasito", y llevan dos intentos, el primero con éxito, y el segundo fallido, ya que el pobre nació muerto. Eso sin contar con que, al parecer, se dan muchos casos de malformaciones que no llegan a término.

Este artículo te lleva a otros, por ejemplo, este: Seis clones, seis, que explica que la influencia del ambiente durante la gestación (y posteriormente) determina otros aspectos de la personalidad del clonado, con lo cual el clon será siempre distinto del original. Así que la bravura del primero no tiene por qué transmitirse al segundo y sucesivos. Por cierto, el periodista que ha escrito el artículo utiliza una expresión que es para matarlo: "los efectos del ambiente empiezan en el bombo materno". Ya le vale, "en el bombo"...

A mí todo esto me da cierto repelús y no le veo el interés, sinceramente. Toda la vida ha habido sementales, no creo que sea necesario todo esto, máxime cuando nadie te asegura que el clonado vaya a ser un buen ejemplar.

Y eso sin contar conque esto nos puede llevar a extremos que para mí no son mentalmente saludables. Se supone que se podrían clonar animales de compañía y podrías tener, supuestamente, al mismo perro toda la vida, o a tu gato favorito. Y por qué no, clonar a un hijo fallecido prematuramente, ¿no? ¿Dónde está el límite? A mí me parece que esto es como jugar a ser Dios, y me asusta.

Al leer la noticia recordé un par de hechos de ficción curiosos:

- Los amantes de la saga Dune recordarán a ese personaje que clonaban una vez tras otra por sus grandes cualidades humanas y militares, Duncan Idaho, y que el pobre hombre, que al parecer recordaba todas sus vidas pasadas, al cabo de miles de años estaba hasta los huevos de tanta clonación y pedía que le dejaran morirse de una vez.

- La película La Isla, en al que la gente rica encarga clones de sí mismos para conseguir órganos que les salven la vida, o madres de alquiler idénticas a ellas que les den hijos "propios", y que son asesinadas después del parto.

A mí estas cosas me ponen los pelos de punta. Sí, se trata de ficción, pero la estupidez humana no tiene límites y podríamos llegar a esos extremos, ¿por qué no...?

Os dejo con el trailer de Dune, impresionante película de ciencia ficción, aunque quizá un poco difícil de entender si no se ha leído el libro. 

Buen fin de semana!