lunes, 1 de febrero de 2010

La maté porque era mía

... aunque en este caso no la mató, fue peor, la dejó tetrapléjica, y a sus dos hijos sin poder disfrutar de su madre. La pilló por sorpresa, durmiendo, la atacó de forma salvaje y sin posibilidad de defensa, y no era alevosía, no. Ver para creer... sobre todo en la justicia.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Supremo/rebaja/anos/pena/hombre/dejo/tetraplejica/mujer/elpepusoc/20100201elpepusoc_7/Tes

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